domingo, 24 de mayo de 2009

El uniforme





A pesar de que todas las mañanas seguía la misma rutina aprendida, no dejaba de sobresaltarme el insolente sonido del despertador avisándome de la necesidad de abrir mis ojos. Me gustaba remolonear unos minutos estirando mis piernas y ocupar el sitio que hacía apenas media hora había dejado mi marido. Aún podía sentir su calor bajo las sábanas. Era mi momento de máxima satisfacción, el tiempo suficiente que necesitaba para desperezarme y mentalizarme positivamente para afrontar un nuevo día. Me forzaba a ello tras dejar mi trabajo al tener mi segundo hijo. No me arrepentía de haber renunciado a mi carrera, pero sabía que me faltaba una dosis de novedad que hiciera que los pequeños problemas diarios, que ahora eran mi principal preocupación, se difuminaran como antes, cuando disponía de una vida profesional que me daba algo más de emoción al día a día.

Me di de nuevo la vuelta y tras comprobar que la luz del día comenzaba a colorear las paredes de mi habitación, miré de nuevo el despertador y me levanté. Necesitaba toda una hora para ducharme, preparar desayunos y almuerzos y conseguir que los niños por fin se sentaran en el coche para irnos todos juntos al colegio. Era mi pequeño momento de estrés en el que tenía que luchar con el sueño de mis hijos y su pereza para vestirse y desayunar. Una vez que los tenía montados y cuando por fin podía acariciar el volante con mis dedos comenzaba a relajarme. Conducir para mí era un auténtico placer y nada podía alterarme del estado semi hipnótico en el que entraba: ni los niños gritándose entre ellos, ni los atascos diarios, ni los eternos semáforos en rojo. Mi cuerpo parecía estar más receptivo a cualquier estímulo externo y mi mente se encontraba por fin despejada y en estado de alerta.

Tras dejar a los niños en el colegio y sufrir la marabunta que se formaba de vehículos mal aparcados y madres nerviosas por no querer llegar tarde, solía volver a casa, no sin antes pasar por el supermercado y hacer la compra diaria, excepto los miércoles, que era el día en que quedaba con otras madres no trabajadoras con las que desayunaba. No es que tuviera nada en común con ellas, pero era casi obligatorio asistir a aquellas reuniones para estar en son de paz con el pequeño grupo que solía manejar las reuniones de la asociación de padres. Realmente no me hubiera importado que los desayunos se repitieran más días entre semana, porque precisamente desde la mesa en la que nos sentábamos, podía observarle a él a través del ventanal con toda claridad. No sé si era su altura y su cuerpo bien formado el que me atraía, la sonrisa con la que solía saludar o más bien su uniforme azul marino impolutamente planchado. Lo cierto es que mientras tomaba mi café y asentía los comentarios de las mujeres que me acompañaban intentando disimular que les prestaba la debida atención, yo miraba extasiada a aquel policía de barrio que patrullaba la calle y que sustituía al viejo policía recién jubilado.

A pesar de llevar una vida relativamente feliz al lado de Julio, mi marido, no podía evitar sentir una feroz atracción por aquel hombre de uniforme. No me bastaba que apareciera en mis sueños nocturnos, a veces su imagen se interponía entre mi marido y yo mientras hacíamos el amor. Cerraba mis ojos y podía verle con la cremallera de sus pantalones bajada, su camisa y chaqueta de color azul desabrochadas enseñando su pecho algo velludo. En mis sueños ni siquiera le quitaba su gorra y sus zapatos. Era precisamente la sensación de estar siendo poseída por un uniforme lo que me sacaba de mis casillas. Le veía sobre mí embistiéndome una y otra vez, mientras acariciaba con su porra de trabajo cada palmo de mi piel haciendo que me estremeciera.

Las imágenes se agolpaban en mi cabeza en ese pequeño rato en el que desayunábamos. Al finalizar y despedirnos hasta la siguiente semana, caminaba lentamente hasta mi coche mientras intentaba buscar una excusa para acercarme a él y entablar una conversación. Pero era incapaz de que se me ocurriera nada y al final arrancaba mi vehículo sin poder evitar sentirme algo frustrada por no haberlo intentado.

Tal era mi desesperación por sentir en mi carne el influjo de una tela almidonada, que un buen día decidí comprar en una tienda de disfraces todo un uniforme de policía local con porra incluida que aproveché para regalárselo a Julio el día de su cumpleaños.

-¿Pero que es esto? –Dijo Julio con sorpresa al ver que realmente el regalo no era un traje sino algo un poco más especial.
-Es un disfraz de policía, ya sabes, para divertirnos un poco por las noches.
-No jorobes Marisa. ¿Quieres que me ponga esto para hacerte el amor? ¿Te has cansado ya de mí y quieres que me parezca a otro?
-No seas gilipollas, si no quieres no te lo pongas, qué más da.

Salí del salón bastante cabreada pensando que mi marido era el hombre más aburrido del mundo que no tenía la más mínima capacidad de innovar en sus relaciones sexuales. Lo cierto es que lo mismo podía pensar él de mí tras largos años de matrimonio y sábados de lecho. Me metí en la cama y me tapé rabiosa intentando olvidarme de todo y cual fue mi sorpresa cuando a los pocos minutos, apareció con el disfraz puesto.

-¡Qué guapo estás! –Dije yo sincera.
Julio se dio unas vueltas de forma teatral mostrando su aspecto general. No era como el policía del colegio, pero me bastaba verle vestido de esa manera para comenzar a excitarme como hacía mucho que no lo hacía. Julio se comenzó a quitar los pantalones y yo de inmediato le frené.
-No, no, no te lo quites, quiero que me folles con el uniforme entero.
Julio me miró por unos segundos intentando reconocerme, pero le caía algo grande que la modosa de su mujer, que jamás había mostrado el más mínimo interés en tener la iniciativa en el sexo, ahora fuera tan espontánea de proponer, exigir y mandar. Pese a todo, Julio obedeció mis órdenes e hicimos el amor.
Pero eso no consiguió satisfacer mis deseos totalmente, esos que ni siquiera yo sabía que tenía y que poco a poco parecían destaparse.

Los días trascurrieron sin novedad. Parecía imposible que el policía del colegio me hiciera el más mínimo caso, es más yo creo que ni siquiera sabía que existía, así que, tras unos pequeños acercamientos sin resultado y comprobar que más que un fogoso policía parecía un pequeño cachorro, desistí definitivamente. Yo necesitaba un hombre que dignificara el uniforme que llevara, que lo llenara con sus músculos y que supiera utilizar la porra en mi beneficio.

Así que tras dar muchas vueltas decidí hacer algo que jamás pensé que haría en la vida: contraté los servicios de un stripper. No sabía lo que me estaba pasando, pero dentro de mí se removía algo que no era capaz de parar ¿Serían las clases de Pilates a las que iba desde hace algún tiempo?

Aproveché un día de cumpleaños de un primo de mis hijos en el que no tenía que recoger a los niños hasta avanzada la tarde. Pietro vino puntual a la cita y vestido como yo le había comentado. Estaba nerviosa porque por primera vez en mi vida iba a serle infiel a mi marido, aunque me justificaba pensando que realmente era una forma de conocerme mejor y de evolucionar en mi vida. Algo se había despertado al lado del colegio de mis hijos y necesitaba saber qué era exactamente, así que tras una pequeña conversación con él, enseguida tomó la iniciativa: aireó mis pechos tras desabrocharme la blusa, me lanzó contra el sofá del salón y bajando insinuantemente su bragueta, me ofreció un maravilloso espectáculo. Desabrochó con parsimonia su camisa al ritmo de la música que había traído para la ocasión, cogió mi mano y me forzó a acariciar su miembro mientras él hacía excitantes movimientos pélvicos hacia detrás y hacia delante. Alzó su porra en su mano derecha y provocó que mi piel se estremeciera con su contacto. Pietro me despojó de toda mi ropa, me incitó a abrir las piernas con aquel instrumento largo y grueso y lo presionó contra mi sexo hasta que mi calentura fue dejándole un pequeño paso, su grosor era considerable, pero parecía que mi excitación superaba todos los problemas. Sacó aquel inesperado pero excitante consolador y me penetró mientras agarraba firmemente mis brazos y mi pecho impidiendo que el aire entrara libremente en mis pulmones. Sentía tal excitación con el salvaje encuentro que me deshice en orgasmos. Pietro movía su cuerpo con un ritmo encomiable, digno de atleta. Aproveché unos instantes de tregua para tirar de su pelo moreno y acariciar su cuerpo maravillosamente formado. Me gustaba su rudeza y el dominio que tenía sobre mi cuerpo y mi voluntad. Me dio la vuelta y me colocó a cuatro patas para envestirme también por detrás. La experiencia fue realmente intensa y sublime, el grosor y la largura del miembro de aquel desconocido consiguieron arrancarme otro dulce orgasmo.

Pietro palmeaba mis nalgas hasta dejarlas encarnadas mientras yo me relamía mientras era azotada por un desconocido disfrazado. Tras marcharse de mi casa, me quedé un rato en la cama intentando averiguar qué es lo que me estaba pasando y por qué no podía encadenar de alguna forma aquellos impulsos que afloraran cada vez más insistentemente. Lo cierto es que era como si alguien que no era yo mandara sobre mí. Cada nueva experiencia cumplida requería una nueva por cumplir.

Seguía con la rutina normal, pero mi parcela de vida “anormal” ocupaba ya gran parte de mi vida. Fue tras mi encuentro con Pietro cuando se me ocurrió que realmente yo también deseaba disfrazarme y deambular por las calles en busca de clientes. Una mañana me dirigí a una tienda de productos eróticos y busqué lo más sugerente e indecente que encontré. No quería salir de casa vestida de esa forma para no ser descubierta casualmente por algún vecino, así que me aproximé a la zona donde yo sabía que paseaban las putas de la ciudad fuera la hora que fuera: en el polígono industrial. Dentro del coche, me vestí y pinte como si fuera una fulana y salí a la calle paseando mi figura con mis altos zapatos de tacón y una faldita tableada que dejaba contemplar por detrás mis pálidas nalgas.

Estaba nerviosa pero me sentía segura dentro de mi nuevo atuendo. A lo lejos se podía ver a alguna mujer, que como yo, paseaba la calle en busca de algún trabajador que se tomara una pausa en su jornada de trabajo. Vestida de esa manera me sentía otra persona y me gustaba comprobar que en mí no sólo habitaba la sosa madre de familia con esposo y fregona sino que habitaba un volcán a punto de explosionar que buscaba cada día nuevas emociones.

Una mano agarrando mi brazo izquierdo me sacó de mis ensoñaciones.
-¿Hola guapa? ¿Qué te parece si te vienes a mi despacho un ratito?
-Claro que sí, encantada.-Respondí de inmediato.

Por un instante me sentí confusa y dudé interiormente, pero algo me impelía a seguirle y terminar lo que había empezado, así que, agarrando su brazo y tocando su paquete mientras soltaba una admiración, le seguí hasta el pequeño despacho donde trabajaba. Cerró la puerta y apoyándome sobre su mesa me instó a abrir la cremallera y llevarme su miembro a la boca. Lo cogí entre mis manos y lo engullí hasta que sentí su glande en mi garganta. Se suponía que era una profesional así que tenía que demostrar una práctica encomiable. Cogí un ritmo continuo de entrada y salida, mientras mis labios giraban en torno a él y mi lengua en punta lamía su tronco. De inmediato comenzó a jadear mientras tiraba de mi pelo adornado con purpurina. Noté la dureza de su miembro en mi paladar y sentí deseos de tenerlo dentro de mí, pero no era yo la que decidía así que seguí degustando su pene hasta que por fin pareció satisfecho, me inclinó sobre la mesa apoyando mi cara sobre ella y de pie, tras ponerse un higiénico preservativo, me clavó su miembro en mi sexo y comenzó a empujarlo en mi interior. No podía creerme que no me reconociera lo más mínimo, lo cierto es que, a pesar de ser mi marido, tampoco yo le reconocía, su comportamiento conmigo, con una puta, no tenía nada que ver con la forma de ser que tenía en casa cuando hacíamos el amor. Era morboso y placentero, me resultaba muy excitante saber que mi marido me ponía los cuernos con una fulana que no era otra que yo.

Julio sacó su miembro y me lo volvió a introducir por detrás, la estrechez habitual del agujero forzó un intenso rozamiento que le hizo gemir más intensamente, a la par que yo, que hacía rato me había abandonado al placer más absoluto. Julio acabó por fin y salió de mí, traté de incorporarme, pero sentía que me temblaban las piernas y tuve que sujetarme a él para no caer al suelo.
-¿Cuánto te debo? –Dijo él sorprendiéndome.
La verdad es que hasta ese momento no había caído en la cuenta del tema monetario. Era algo que hacía por placer, nada más, me resultaba algo difícil cobrar precisamente a mi marido, pero al final, todo quedaba en casa, así que le pedí 50€ que él pagó sin rechistar.

Me despedí de él y, ante su insistencia, le prometí volver en otra ocasión. Mientras caminaba lentamente de vuelta a mi coche, a mi casa y a mi vida normal, pensé que podía haber tiempo para todo, para seguir con la rutina de siempre, para continuar experimentando hasta dónde podían llegar mis ansias de conocer nuevos mundos y para seguir siendo la fulana de mi marido cuando yo deseara…

Alice Carroll

miércoles, 20 de mayo de 2009

La Union Del Simio

Descripcion:

El hombre esta acostado sobre la espalda, las piernas levantadas. La mujer se sienta sobre la parte trasera de los muslos de su pareja, usando los pies del hombre como un apoyo. La pareja se sujeta por las muñecas para asegurar una buena estabilidad. El hombre puede entonces levantar su pareja con los pies para iniciar una estimulación vertical. La mujer puede además aportar una estimulación suplementaria haciendo ondular su pelvis en un movimiento lateral circular.

Lo bueno:

Posición original y graciosa para las parejas creativas.

Lo malo
:

  • Posición difícil de dominar.
  • El hombre puede sentirse aplastado por su pareja.

La Union Del Shing Y El Shang

Descripcion

Sobre una superficie sólida y estable, la mujer se sienta sobre las rodillas de su pareja de cuclillas. Para mejorar la estabilidad, el hombre podrá apoyar la espalda sobre un soporte vertical y saliente como la esquina de la cama.

Lo bueno:

Posición original y graciosa.

Lo malo:

Posición difícil de mantener que requiere del hombre una buena potencia muscular y un buen equilibrio.

La Union De La Tortuga

Descripcion

A partir de la posición de la alineación perfecta, el hombre abre las piernas para hacer deslizar los muslos de su pareja entre los suyos.

Lo bueno:

  • Posición muy intima maximizando el contacto entre la pareja.
  • Proporciona sensaciones más intensas porqué es la vagina la que se comprime sobre el pene.

Lo malo:

  • Penetración menos profunda que cuando la mujer guarda las piernas abiertas
  • Amplitud de movimiento más limitad

La Union De La Mariposa

Descripcion

A partir de una posición en la cual la mujer esta sentada sobre el hombre, la mujer bascula hacia atrás echando sus piernas hacia adelante mientras el hombre toma apoyo sobre los brazos. Cada uno debe entonces mover su pelvis en un movimiento circular, uno girando en el sentido inverso del otro. La mujer puede además utilizar sus piernas para iniciar un vaivén a lo largo del pene de su pareja.

Lo bueno:

  • Posición original y estética.
  • El espacio entre la pareja permite mirarse y observar las reacciones mutuas.
  • Gran variedad de movimientos de la pelvis

Lo malo:

  • Posición bastante atlética que requiere un poco de practica.
  • Las manos de la pareja están indisponibles.

La Union De La Diosa

Descripcion

El hombre está sentado sobre la cama, eventualmente la espalda contra la pared para un mejor apoyo. La mujer se sienta sobre su pene guiándole hacia la vagina y entonces aprieta la cintura de su pareja con las piernas. Ella puede entonces ondular de la pelvis para estimular bien el clítoris y las paredes vaginales.

Lo bueno:
  • Posición intima permitiendo a la pareja abrazarse y al hombre lamer los senos de su pareja.
  • Penetración profunda ofreciendo también una buena estimulación del clítoris.
  • Recomendado para retrasar el orgasmo para los hombres que sufren de eyaculación precoz.

Lo malo:

Estimulación limitada para el hombre.

La Union De La Abeja

Descripcion

La mujer se sienta sobre el pene de su pareja, el mismo sentado y las piernas desplegadas hacia adelante. La mujer puede entonces ir y venir verticalmente apoyándose sobre las manos y las piernas. El hombre acompaña al movimiento levantándola por las nalgas o los muslos.

Variante : El hombre puede posicionarse de espaldas a la pared para un mejor apoyo. La mujer puede arrodillarse en vez de sentarse para poder agacharse más fácilmente hacia adelante y cambiar de ángulo de inclinación de la vagina.


Lo bueno:

  • La mujer controla mejor la profundidad de la penetración que en las demás posiciones con
  • penetración por detrás.
  • Las paredes de delante de la vagina y el punto G están bien estimulados.
  • El hombre en posición pasiva puede acariciar prolongadamente los senos y el clítoris de su pareja.

Lo malo:

Posición cansina para el hombre en ausencia de apoyo.

La Postura Del Yunque

Descripcion

Tumbada sobre la espalda, la mujer viene posicionar sus pies sobre los hombros de su pareja. Esta posición favorece una penetración muy profunda. Eviten pues de practicarla justo después de los prelimininarios porqué la vagina no habrá alcanzado su estatura máxima y podría no estar suficientemente lubrificada.

Lo bueno:
  • Permite una penetración máxima.
  • Proporciona sensaciones muy intensas a la mujer, especialmente si el hombre eyacula en esta posición.
  • Permite al hombre realizar sus fantasías de dominación.

Lo malo:

  • Posición necesitando una muy buena agilidad de la mujer.
  • Potencialmente doloroso para la mujer si el pene toca el fondo de la vagina o sí la vagina esta insuficientemente lubrificada

La Postura Del Junco

Descripcion

A partir de una posición en la cual el hombre esta arrodillado, la mujer toma apoyo sobre su cabeza y sus piernas. Ella comba la espalda y la cintura para posicionar la vagina en un ángulo permitiendo una penetración óptima. El hombre la sostiene por la cadera y puede entonces empezar una penetración vigorosa observando las reacciones de su pareja.

Lo bueno:

Posición excitante y provocativa permitiendo una penetración profunda y musculosa dejando suficientemente campo de vista para observar las reacciones de su pareja.

Lo malo:

Requiere de la mujer una buena agilidad de espalda y de cintura

La Postura Del Columpio

Descripcion

La mujer da la espalda a su pareja y puede según su deseo sentarse sobre él, los pies sirviendo de apoyo, o bien arrodillarse por ambas partes de las caderas de su pareja, esta última posición favoreciendo una más gran amplitud de estimulación.

Lo bueno:
  • Posición ofreciendo al hombre un ángulo de vista excepcional sobre la penetración y un panorama muy excitante sobre les nalgas y el sexo de su pareja.
  • Autoriza una gran amplitud de movimiento (particularmente en la versión arrodillada) para aportar un placer máximo al hombre y llevarle deprisa al orgasmo.
  • Permite fantasear más fácilmente a la mujer sobre parejas imaginarias.

Lo malo:

El ángulo de penetración puede ser incómodo para algunos hombres.

La Postura Del Bambu

Descripcion

A partir de la posición del misionero, la mujer desliza una pierna sobre el hombro de su pareja que echa simultáneamente su rodilla hacia delante. Después de varios instantes en esta posición, la mujer baja su pierna y repite el mismo movimiento con la otra pierna. Cada movimiento debe ser repetido varias veces.

Lo bueno:

Posición graciosa, original y bastante acrobática para las parejas las más atrevidas.

Lo malo:
  • Estimulación limitada.
  • Exige una buena agilidad de la mujer.

La Postura Del Arbol A Fruta

Descripcion

Una variante de la posición del Indra proporcionando sensaciones similares disminuyendo la sensación de aplastamiento ejercido por el hombre sobre su pareja. La mujer guarda una pierna sobre el busto del hombre y libera la otra desplegándola sobre el costado.

Lo Bueno:
  • Penetración profunda.
  • Fuerte estimulación gracias a la compresión del vientre y de la vagina.

Lo malo:

Potencialmente doloroso si el pene toca el fondo de la vagina

La Postura De Las Tijeras

Descripcion

A partir de la posición de Andromaca, la mujer bascula hacia atrás hasta los pies de su pareja. Esta posición esta recomendada para retrasar la eyaculación.

Lo bueno :
  • Permite una muy buena estimulación manual del clítoris.
  • Vista excitante para el hombre.
  • Buena posición para retrasar el orgasmo masculino.

Lo malo :

Exige una muy buena agilidad de la mujer.


La Postura De La Varilla

Descripcion

El hombre se yergue sobre sus rodillas. La mujer tumbada sobre la espalda levanta las piernas posicionando una sobre el hombro del hombre y la otra sobre su antebrazo opuesto. El hombre levanta les nalgas de su pareja. Para maximizar el placer, la mujer guardará los muslos lo más apretado posible y el hombre alternará penetraciones vivas y profundas con otras más suaves y superficiales.

Variante : Para los vagos, varios cojines puestos bajo les nalgas de la mujer hacen que la posición sea menos atlética.

Lo bueno:

  • Posición original y excitante para la pareja.
  • Buena movilidad de la pelvis del hombre permitiendo una penetración vigorosa.

Lo malo:

Posición bastante atlética necesitando una buena condición física.

La Postura De La Luna

A partir de una posición arrodillada, el hombre echa sus piernas hacia los hombros de la mujer. La pareja puede estrecharse y continuar la estimulación dando impulsiones simultáneas a su pelvis.

Lo bueno:
  • Una posición original permitiendo una penetración profunda.
  • Buena estimulación del clítoris por el hueso de la pelvis del hombre.

Lo malo:

Exige una buena agilidad del hombre.

Descripcion La mujer tumbada sobre la espalda abre de forma amplia las piernas, el hombre posiciona una pierna entre las de la mujer y la penetra de

Descripcion La mujer tumbada sobre la espalda abre de forma amplia las piernas, el hombre posiciona una pierna entre las de la mujer y la penetra de

La Postura De La Estrella

Descripcion

La mujer tumbada sobre la espalda abre de forma amplia las piernas, el hombre posiciona una pierna entre las de la mujer y la penetra de costado, tomando apoyo sobre su brazo opuesto. Puede aumentar la estimulación frotando su muslo contra el clítoris.

Lo bueno:
  • La penetración por el costado proporciona sensaciones diferentes para la mujer como para el hombre.
  • La vulva y el clítoris están bien estimulados por los roces del muslo del hombre.
  • La pareja tiene cada uno una mano libre para acariciarse y abrazarse.

Lo malo:

Movimientos de la pelvis limitados.

La Postura De La Carretilla

Descripción:
Tumbada sobre la espalda, la mujer lleva sus nalgas sobre el borde de la cama y aprieta con sus piernas la cintura de su pareja. El hombre se arrodilla sobre el suelo para penetrarla guardando la verga horizontal, paralela al eje de la vagina.

Variante : El hombre puede estar de pie mientras la mujer se tumbará sobre un escritorio o una mesa.

Los más

La alineación horizontal de el pene y de la vagina proporciona sensaciones diferentes de las proporcionadas cuando la penetración se hace desde arriba hacia abajo.

Penetración profunda proporcionando una buena estimulación de las paredes de la vagina.

Posición excitante, particularmente para la variante practicada de pie.

Los menos

El confort y la factibilidad de esta posición dependen en gran parte de la altura de la cama o de la de la mesa.


La Postura De La Boa

Descripción:

La mujer tumbada sobre la espalda, ligeramente sobre el costado, apoya sus piernas sobre la cadera de su pareja. El hombre puede entonces guiar su pene para penetrarla con suavidad. Ella deberá entonces comprimir los muslos para conservar el pene bien asentado y maximizar les sensaciones.

Lo bueno:

• Una posición original para hacer el amor con suavidad, sin prisas.
• Recomendado para el amor tántrico.

Lo malo:

• Amplitud y profundidad de movimiento limitadas.
• Riesgos de salida involuntaria si el pene no esta correctamente apretado.

La Postura De La Balanza

Descripción:

El hombre está sentado sobre el borde de la cama o sobre una silla. La mujer le da la espalda antes de sentarse sobre sus muslos. Una vez el pene en ella, ella puede entonces agacharse hacia adelante para llegar a una posición de equilibrio y balancearse a lo largo del pene. Para estabilizar la posición, la mujer cogerá apoyo sobre las rodillas del hombre que la sostendrá por los senos.

Lo bueno:

• Posición permitiendo una penetración bastante profunda y una buena amplitud de movimiento vertical.
• El hombre puede fácilmente acariciar los senos y el clítoris de su pareja para llevarla más fácilmente al orgasmo.

Lo malo:

• Posición de equilibrio difícil de dominar.

La Posicion Del Misionero

Descripción:

Es la posición la más conocida, universalmente del gusto de los principiantes como de los más experimentados, el hombre se tumba entre las piernas de su pareja.

Variaciones:

Varios cojines puestos bajo les nalgas de la mujer permiten una penetración más profunda cambiando el ángulo de inclinación de la vagina.

Lo bueno:

• Posición cómoda y natural para la pareja.
• Buena libertad de movimiento para el hombre.
• Permite mirarse y abrazarse fácilmente a la pareja.

Lo malo:

• Libertad de movimiento muy limitada para la mujer. Posición que puede llegar a ser aburrida.

La Posicion Del Loto

Descripción:

Tumbada sobre la espalda, la mujer pliega sus piernas en posición del Loto mostrando de esta manera su vagina de forma amplia abierta a su pareja.

Lo bueno:

• Posición graciosa y original.

Lo malo:

• Requiere una buena agilidad.
• Posición difícil de mantener mucho tiempo y a veces dolorosa para la mujer.

La Posicion Del Amazona

Descripción:

El hombre está sentado sobre una silla. La mujer se sienta en amazona sobre uno de los muslos de su pareja y guía al pene hasta la apertura de la vagina. Una vez el pene introducido, ella podrá contraer sus músculos vaginales para guardar la penetración, y evitar les salidas inopinadas.

Lo bueno:

• El hombre puede fácilmente acariciar los senos y el clítoris de su pareja para llevarla más fácilmente al orgasmo.
• Posición recomendada a los hombres que sufren de eyaculación precoz.

Lo malo:

• Amplitud de movimiento limitada y penetración poco profunda.

La Posicion De Las Cucharas

Descripción:

La mujer se tumba sobre el costado las piernas plegadas en posición acurrucada. El hombre se posiciona detrás y esposa los contornos del cuerpo de su pareja para penetrarla. Puede entonces fácilmente acariciar sus senos y su clítoris besándola en la nuca y detrás de las orejas.

Lo bueno:

• Posición dulce y descansada favoreciendo les caricias y la intimidad de la pareja.
• La mujer puede fácilmente masturbarse o guiar la mano de su pareja para llegar más deprisa el orgasmo.

Lo malo:

• Amplitud de los movimientos de la pelvis limitada.

La Posicion De La Monta

Descripción:
El hombre se tumba sobre la espalda mientras su pareja se arrodilla encima de él y abraza sus muslos con los suyos. Ella controla la amplitud del movimiento vertical y horizontal para maximizar las sensaciones sobre su clítoris y sus paredes vaginales o para llevar deprisa el hombre al orgasmo.

Lo bueno:
• La mujer esta más libre y más activa: ella escoge el ritmo, la velocidad y el tipo de movimiento.
• El hombre, quedando pasivo, puede concentrarse sobre les sensaciones y el placer acariciando la espalda de su pareja.

Lo malo:
• Posición con un poco de falta de originalidad, pase entonces a otra cosa después de varios minutos de estimulación.

La Posicion De La Indra

Descripción:
El hombre se yergue sobre sus rodillas, la mujer tumbada sobre la espalda echa sus pies contra el busto de su pareja. El hombre se inclina hacia adelante para comprimir los muslos de la mujer contra sus senos.

Lo bueno:
• Penetración máxima y muy profunda.
• Fuerte estimulación gracias a la compresión del vientre y de la vagina.

Lo malo:
• Potencialmente doloroso si el pene toca el fondo de la vagina.

La Posicion De La Cortesana

Descripción:

El hombre esta arrodillado sobre el suelo y penetra su pareja sentada sobre el borde de la cama o sobre una silla. Ella puede entonces estrechar sus piernas alrededor de la cintura de su pareja.

Variaciones:

La mujer esta tumbada sobre una mesa o un escritorio, mientras el hombre la penetra de pie.

Lo bueno:

• Posición cómoda y poco cansina para la pareja.
• Buena profundidad de penetración y amplitud de movimientos de la pelvis.
• Práctica en la oficina, especialmente en la versión de pie.

Lo malo:

• La factibilidad de la posición depende en gran parte de la altura del soporte sobre el cual se apoya la mujer.

La Posicion De Andromaca

Descripción:

El hombre está tumbado sobre la espalda, su pareja se posiciona encima de él, en cuclillas o arrodillada, el busto completamente erguido. Ella controla perfectamente la profundidad y el ritmo de la penetración y puede liberar a sus anchas sus fantasías de dominación.

Los más

  • La mujer guarda un control total permitiéndole estar más en confianza y encontrar los correctos movimientos para maximizar su placer.

  • El hombre tiene las manos libres para proporcionar todavía más placer a su pareja acariciando sus senos, sus nalgas o su clítoris.

  • Posición ofreciendo una buena estimulación del punto G.

Los menos

  • Ángulo de penetración a veces incómodo para el hombre, hasta doloroso si el pene se dobla.

La Gran Apertura

Descripción:

A partir de la posición de Andromaca, la mujer bascula la espalda hacia atrás y desliza una pierna bajo la de su pareja. En el transcurso de la maniobra, ella tendrá cuidado en sostener el pene bien apretado en su vagina para evitar cualquier salida involuntaria. Ella podrá entonces ir y venir de forma transversal de izquierda a derecha para experimentar sensaciones nuevas.

Lo bueno:

• Una posición original que resulta ser cómoda para la pareja.
• La penetración transversal ofrece sensaciones diferentes especialmente estimulando les paredes laterales de la vagina.

Lo malo:

• Riesgo de salida involuntaria durante el balanceo.
• Amplitud de movimiento un poco limitada.

La Danza Del Misionero

Descripción:

A partir de la posición del misionero, la mujer aprieta les nalgas y comba su cadera y entonces ondula su cintura en un movimiento circular lateral y vertical.

Lo bueno:

• Muy buena estimulación favoreciendo un desencadenamiento rápido del orgasmo para el hombre.

Lo malo:

• Posición difícil de mantener mucho tiempo porqué es fatigante para la pareja.

La Alineacion Perfecta

Descripción:
La mujer se tumba sobre el hombre las piernas abiertas para facilitar la penetración. Una vez el pene bien asentado, ella aprieta las piernas para que los cuerpos de la pareja se superpongan en un alineación perfecta. La mujer puede entonces empezar la estimulación frotando su cuerpo lateralmente y horizontalmente contra el de su pareja.

Lo bueno:
• Posición muy intima ofreciendo un contacto máximo entre la pareja.
• Las paredes vaginales más apretadas favorecen sensaciones más intensas.
• Recomendado para el amor tántrico.

Lo malo:
• Profundidad de penetración y amplitudes de movimiento limitadas.

El Movil Del Molino


Descripción:

Posición en cuyo movimiento la mujer gira alrededor de su pareja usando la verga como un eje.

Variaciones:

Primera etapa: la mujer esta agachada o arrodillada sobre su pareja, ella puede empezar la estimulación por un movimiento de vaivén vertical sobre la verga.

Segunda etapa: La mujer bascula sus dos piernas a la derecha del busto de su pareja y empieza a dar vueltas.

Tercera etapa: La mujer se encuentra en posición inversa, de espaldas a su pareja y puede continuar la estimulación vertical agachándose hacia adelante para cambiar el ángulo de penetración. Ella continuará entonces el ciclo para acabar sentada cara a cara con su pareja.

Lo bueno:

• Posición graciosa y original permitiendo experimentar sensaciones muy diferentes sin interrumpir la penetración.
• Recomendado para el amor tántrico.

Lo malo:

• Riesgo importante de salida involuntaria entre la segunda y la tercera etapa.

Las Posturas del Amor "kamasutra"


Todo el mundo habla del Kamasutra, palabra que se ha convertido en una especie de marca de fábrica para cuestiones de erotismo, relaciones sexuales, productos y juguetes sexuales, lencería y cosmética, sobre todo en Occidente. Al respecto, el Kamasutra es antes que nada un sutra, una composición aforística breve para los Hindúes o una forma básica de las escrituras sagradas en las tradiciones del Budismo Theravada y Mahayana.
Es Uno de los más antiguos tratados del amor y la sexualidad. Durante siglos este tipo de literatura ha sido rechazada por Occidente, de tal manera que llegan a nuestras manos solo unos cuantos fragmentos escritos por varias generaciones de sabios.
Kamasutra presenta un universo de placeres creados y narrados en el seno de una cultura donde la sexualidad poseía un rol central e integral. Esta obra intenta ser una brújula en el laberinto del amor y el sexo. El relato va más allá de un catálogo de consejos para obtener placeres y nos muestra particularidades de una forma de vida diferente. No espere un manual de trucos sexuales para el año 2000 sino un interesante ejemplo acerca de cómo una cultura diversa concibió las relaciones integrales entre hombre y mujer. Eso si, no se lo pierda, algo le va a enseñar.

A continuación una completa lista ilustrativa sobre las posiciones sexuales que ofrece el Kamasutra

lunes, 18 de mayo de 2009

Batido de Rosas


Ingredientes

- 300cc crema de leche.
- 3 cucharadas agua de rosas.
- 50g pétalos de rosas perfumados.
- 75g azúcar negra.
- 4 cucharadas vino dulce.
- El jugo de un limón.
- 1 limón rallado.


Preparación


Licuar el jugo y la ralladura de limón, junto con los pétalos, el agua de rosas, el vino dulce y el azucar negra.

Dejar reposar durante toda la noche.

Al día siguiente agregar la crema, revolviendo de manera envolvente.

Servir helado, adornando las copas con un pétalo de rosa.

Atracción Fatal

Ingredientes

- 2 medidas de jugo de piña.
- 2 medidas de pisco.
- 2 medidas de licor de almendras.
- 2 medidas de crema fresca.
- 2 hielos.
- 2 trocitos de piña para decorar.


Preparación


Colocar todos los ingredientes en una coctelera, agitar, agregar el hielo y servir en copa de champagne, con una bombilla pequeña y un trocito de piña.

Comidas Afrodisiacas: Mito, Consejos, Recetas, Comidas, Combinaciones.

Un afrodisiaco es aquella sustancia que tiene la caracteristica de
aumentar el apetito sexual. Los alimentos que estimulan el erotismo o
nos hacen sentir deseo sexual no es algo de nuestros tiempos. Culturas
antiguas supieron aprovechar lo que la naturaleza les brindaba para
atraer al sexo opuesto o tener una vida mas prolongada. Hay vestigios
de su uso en papiros egipcio, en la biblia, en recetas de la india. Su
nombre proviene de la diosa afrodita.
De todos modos para muchas de estas culturas, solo eran "sustancias
milagrosas", plantas o alimentos que en algunos casos su forma se
asimilaba a los organos genitales o tenian el mismo perfume que las
secreciones sexuales, y no poseian conocimiento de los mecanismos que
se activaban en el cuerpo, solo el efecto que causaban.
Los científicos en la actualidad se han encargado de tratar de
desmitificar algunas de estas creencias y comprobar si recetas
antiguas funcionaban, descubriendo en algunos casos que habia ciertos
vegetales que tenian un efecto narcotico y esos eran los que si
provocaban el erotismo. También que el cerebro humano asocia
automáticamente los placeres del cuerpo y vincula la satisfacción que
nos produce el consumo de alimentos con otras formas de goce.
Aactualmente podemos encontrar las sustancias afrodisiacas mas
populares en alimentos, bebidas, drogas y algunas sustancias naturales
como plantas y remedios caseros. Alguno de ellos.
*Pimienta Negra: se la considera afrodisiaco, ya que segun algunos
estudios, han descubierto que aumenta la presion sanguinea en el utero
y ayuda a la dilatacion de la vagina.
*Las ostras: no solo por asemejarse al organo genital femenino, sino
que también por su alto contenido en minerales que ayudan a un mejor
rendimiento sexual. (produce una cierta dilatación de la vagina y una
erección del pene). Se aconseja comerlas frescas y rociadas con limon.
*La canela: No solo tiene propiedades afrodisiacas por su aroma y
suavidad sino que también posee propiedades astringentes y
antisépticas.
*El chocolate: Uno de los alimentos afrodisiacos por excelencia,
hasta la etimologia de su nombre "Comida de dioses" hace referencia ha
esto. La iglesia decía que era un pecado comerlo por el placer que
producia. Hoy sabemos que el cacao del que se produce el chocolate,
contiene Feniletuilamina que actua en el cerebro dando placer sexual
ya que libera endorfina (un químico que libera nuestro cuerpo y
produce la sensacion de sentirnos bien, la vitalidad, la alegría).
*Aguacate o Palta: Es una fruta mexicana, los aztecas lo llamaban
ahuactl, que significaba testículo. Posee un alto contenido de
vitaminas D y E.
*Ají-Chile-Guindillas: (por sus fuertes componentes puede acelerar el
ritmo cardiaco y acelerar el ritmo cardiaco y a su vez la exitacion).
*Ajo: Por su alto poder energizante (contiene vitamias B y C),
reduce la tension arterial y el nivel de grasa en la sangre. Al
consumirlo diariamente, mantendra con energía para quien lo consuma,
potenciando el nivel sexual.
*Albaricoque o Damasco: Su carne jugosa y dulce a hecho que por años
se preparen deliciosos postres para activar la sensualidad.
*Aleta de Tiburon: La Aleta del Tiburon es rico en calcio lo que
ayuda a la energia corporal y sexual.
*Almendra: actua directamente en los organos reproductores, tiene
mucha vitamina E.
*Alcohol: Las bebida alcoholicas actuan como desinhibidoras, es por
eso que bebiendose en forma moderada, estimula sexualmente a las
personas.
*Albahaca: Es una hierba con alto contenido afrodisiaco por sus
aromas incomparables.
*Apio: Este vegetal es rico el agua por lo que es un buen hidratante
corporal ayudando a la oxigenación, a la limpieza de las arterias
dejando fluir mejor la sangre al momento de exitarse.
*Ajwain: Se ha utilizado en muchas culturas para ayudar a la
eyaculacion precoz, y para aumentar el placer en el hombre.
*Avena: Contiene almidón, lípidos, lecitina, magnesio, prótidos,
vitaminas A, B y D. se ocupa de producir la hormona testosterona.
*Azafran: Se dice afrodisiaco por ser estimulante para la circulacion
de la sangre.
*Berro: Gracias a sus minerales en Hierro, fosforo y yodo hace que
sea un gran energizante sexual.
*Betel: Es una hierba cuyas hojas aromatizadas funcionan como un
potenciador sexual, su aroma es muy estimulante para ser mezclados en
bocadillos para atraer al ser amado.
*Bois Bandé: Esta hierba está relacionada con la erección masculina,
es utilizada en bebidas y el Kewol Spice Run una mezcla de hierbas que
contiene bois bandé muy tipico en la zona del Caribe y famoso por sus
efecto de erección prolongada.
*Catuaba: Es una planta que se dá en la zona del Amazona generalmente
en Brasil. La Catuaba actua en el organismo directamente en el cerebro
ayudando a la circulación de la sangre aunmentando la exitación y la
ereccion.
*Caviar: Los Huevos de Esturión es uno de los alimentos mas
deliciosos al momento de compartir una cena con la pareja, deshacerlo
en la boca y disfrutarlo con un licor seco, despertará la pasión
sexual. El consumirlo en cantidades pequeñas, por el costo que tiene,
basta para despertar la pasión.
*Cebolla: Este vegetal es rico en vitaminas A, B y C por lo que es
muy bueno para mantener el organismo sano.
*Damiana: Es una Hierba que se da en el Norte de México, en otras
regiones del Amazonas y en el Sur de Africa. Es un vigorizante
estimulador sexual que se sugiere hervir la hoja y beberla como un té,
luego de 20 minutos podrían verse los efectos, sobre todo para
aquellas hombres con problema de impotencia, y en las mujeres que
sufren frigidez.
*Esparrago: Es un vegetal muy rico en minerales y vitaminas, es un
energizante para el cuerpo, y muy buen estimulador sexual.
*Frambruesa: Esta fruta se relaciona con el crecimiento de la
fantasía sexual. Contiene muchas vitaminas lo que ayuda a la energía
corporal y al erotismo.
*Flor de Cactus: Es una flor que crece en el norte de Mexico, se
utiliza para el cansancio sexual.
*Ginseng: Es conocida como "Rey de Hierbas", pues sus propiedades son
muy variadas y entre ellas la potencia sexual entre sus consumidores,
aumenta el erotismo, la erección, es bueno cuando hay fatiga sexual.
*Ginko Bilboa: Esta planta es muy buena para la circulación de la
sangre, lo que facilita que el cerebro reaccione sexualmente.
*Higo: Este fruto contiene vitaminas A y E que ayudan a desarrollar
las hormonas sexuales.
*Hinojo: Esta hierba es muy completo para el bienestar del organismo,
es antioxidante, diurético, ayuda contra la impotencia sexual.
*Jalea Real: este es un liquido ambar producido por las abejas.
Contiene propiedades medicinales y tiene efectos estimulantes para la
circulación sanguínea. La Jalea Real es utilizada para medicinas
contra la impotencia.
*Manzana: Es uno de los frutos afrodisiacos por excelencia, segUn el
tipo de manzana, suele ser suave y dulce, es muy rico en vitaminas, y
se puede ocupar en muchas recetas para la pareja.
*Menta: Esta planta es muy conocida por sus propiedades curativas y
afrodisiacas. Es un muy buen estimulante del libido.
*Nuez Moscada: Esta planta originaria de Indonesia, es un estimulante
sexual por sí, rico aroma y sabor despierta la sensualidad.
*Plátano: Su alto contenido de potasio ayuda mucho para una buena
salud y una buena energIa sexual.
*Regaliz o raiz dulce. Es un buen estimulante sexual sobre todo para
las mujeres, pues contiene muchos componentes que ayudan a las
hormonas de estrogeno.
*Salmón: Contiene un alto contenido de Omega 3, protege el corazón,
desarrolla el sistema nervioso, lo que dá un buen equilibrio para la
energía sexual.
*Semillas de Calabaza: Las semillas verdes de calabaza ayuda al
sistema hormonal. Es muy rico en vitaminas A, E y F ayuda a la
prevenir la fatiga sexual y a los hombres con problema de impotencia.

viernes, 15 de mayo de 2009

Extraños gemidos en la oficina

El terrible dolor de cabeza ya duraba toda la mañana. Las sienes me palpitaban sin tregua alguna y tuve que prescindir excepcionalmente de lo que más me gustaba hacer mientras trabajaba: escuchar música. Guardé los auriculares en el cajón y continué con el dichoso informe, no era capaz de terminarlo debido al malestar.

Fue entonces cuando los oí, nítidamente. Dejé de teclear para intentar concentrarme en esos extraños sonidos supuestamente tan poco usuales en una oficina decente como parecía la nuestra. No podía distinguir claramente de donde procedían, pero no parecían estar muy lejos. Me encontraba perpleja y sorprendida y me preguntaba quienes podrían ser aquellos invisibles protagonistas. Estaba convencida de que eran de una pareja, a pesar de que tan sólo la voz de una mujer llegaba hasta mis oídos. No hablaba, tan sólo gemía y jadeaba de forma entrecortada. Imposible concentrarme en mi trabajo, mi imaginación hacía cábalas intentando averiguar quienes de mis numerosos compañeros podrían ser.

Me levanté y salí del despacho con mi pequeña botella de agua que siempre tenía encima de la mesa para aliviar la sed. Volqué el contenido de la misma en la horrible planta de plástico que algún decorador, en la actualidad con toda probabilidad en el paro, había decidido colocar como ornamento cuando reformaron el edificio. Era una lástima que no hubiera forma humana posible de acabar con tal derroche de mal gusto vegetal para siempre.

Me dirigí al expendedor de agua ubicado al fondo del pasillo. Si habitualmente dicho trayecto lo recorro en cinco segundos, esta vez multipliqué por diez el tiempo que necesité para tan corto paseo. Haciendo ejercicios de visión periférica, descarté todas las puertas abiertas y memoricé mentalmente las cerradas a cal y canto: la del despacho de mi querido jefe, la de mi compañera Claudia, la de Roberto, y la del almacén de material.
Tras llenar mi botella me centré en estos cuatro lugares. Intenté aguzar mi oído pero era incapaz de volver a percibir sonido alguno. Estaba claro que habían parado.

Trascurrida una hora comenzaron de nuevo a escucharse aquellos escandalosos gemidos y jadeos. ¡No podía ser! O se trataba de la misma fogosa pareja que no conocía el significado de la palabra “trabajar” o su integrante femenino, viciosa e insatisfecha, probaba suerte con otro compañero de juegos. Porque los gemidos eran de la misma mujer, de eso no cabía duda. ¿Acaso mi jefe llevaba una doble vida y aparte de su respetable existencia de decente casado se acostaba reiteradamente en horas de oficina con alguien de su personal femenino? ¿O sería Claudia, que había mutado y se había soltado la melena tras 40 años de impecable virginidad? Roberto, pelota incansable y penoso lameculos ¿se habría cansado de hacer reverencias y ahora se dedicaba a hacer otro tipo de ejercicios? ¿Sería el almacén de material un recinto de lujuria y perversión?

Cogí uno de mis expedientes situados sobre la mesa y con la excusa de comentarlo con mi jefe, comencé mis averiguaciones. Me dirigí a su puerta y llamé una vez, abriendo simultáneamente la misma. Ni siquiera pensé en la posibilidad de pillarle en un aprieto, lo único que pretendía era saciar mi hambrienta e inevitable curiosidad, nada que ver con la razón.

Volví a mi despacho y permanecí inmóvil por unos segundos intentando averiguar el correcto origen de los excitantes jadeos. La salida del aire del climatizador se convirtió en mi objetivo y a ella pequé la oreja. Los sonidos manaban de allí sin duda alguna, cualquier despacho podía ser en esos instantes el excitante lugar de procedencia de los mismos. Seguía con la incógnita.

Reflexioné de nuevo y concluí que el lugar más tranquilo para tan ardiente pareja tenía que ser el almacén de material, un perfecto nido para amores fugaces, así que me acerqué a él en busca de folios a modo de excusa. Pero la puerta estaba cerrada a cal y canto.
Busqué a Ricardo, el ordenanza.
-Ricardo, ¿me puedes abrir el almacén? Necesito papel.
-No se preocupe, tengo unos paquetes al lado de la fotocopiadora, ahora le traigo uno.
Quinientos folios de papel más tarde y ya en mi despacho, volví a escuchar aquellos incansables jadeos femeninos de la mujer cuyo nombre aún desconocía, tan sólo sabía de ella que no parecía avergonzarse lo más mínimo en gritar a pleno pulmón su sana excitación. El dolor de cabeza afortunadamente se había atenuado y mi curiosidad se había transformado en una sana envidia por no estar en esos momentos en una situación similar. Me levantaba nerviosa, volvía a sentarme, cruzaba mis piernas, las descruzaba, rozaba mis muslos acariciando levemente mi sexo.
Volví a levantarme, y esta vez, con el pretexto de estirar las piernas, me dirigí al despacho de Roberto. Allí estaba, sentado formalmente intentando hacer nuevos méritos para ganarse aún más la confianza de sus superiores. Le pregunté disimuladamente por nuestro jefe común y ante su desconocimiento me fui al despacho de Claudia en busca de respuestas. Desgraciadamente para ella, no era la protagonista sonora de aquellos gemidos, dado no se había movido en toda la mañana de su sitio.

Tenían que estar en el almacén de material, era la única posibilidad. Aprovechando la pausa que Ricardo hacía a media mañana para comerse el bocadillo, le sisaría la llave que tenía en el cajón de su mesa. En ese momento mi jefe apareció en escena acompañado de dos hombres perfectamente disfrazados de ejecutivos, imposible que ninguno de ellos tuviera la voz femenina que casi me sabía de memoria. ¿Y si procedían de algún despacho que se me había pasado de largo? ¡Quizás eran igual de descarados como fogosos y nada les importaba ser pillados in fraganti!
Ricardo bajó por el ascensor en dirección a la cafetería y yo, cual vulgar ladrona, volé en dirección a su mesa, no me podía quitar de la cabeza el almacén como punto de encuentro. Abrí el cajón y cogí nerviosa el manojo que contenía las llaves de toda la planta.

Miré a izquierda y a derecha y comencé a probar todas y cada una de las llaves. Era increíble que se siguieran oyendo aquellos jadeos sabiendo que alguien intentaba entrar dentro. Si la pareja se hallaba en su interior, o estaba extremadamente concentrada en su labor, cosa que comprendía, o se trataba de discapacitados auditivos.
-¡Hola Alicia! ¿Qué buscas? ¿Te puedo ayudar?
Pegué un brinco. Era José, otro de mis compañeros.
-Yo…nada. Bueno, buscaba papel y Ricardo no estaba…
-Espera mujer, que sé donde hay. –Me quedé plantada esperando resignada a que José pusiera en mis manos otros 500 folios, que con los 1000 folios que atesoraba en mi despacho y los otros 500 que me había proporcionado Ricardo, hacían la ingente cifra de 2000, toda una torre de blancos papeles para poder escribir las memorias de mi vida y la de todos mis futuros descendientes.

Los gemidos volvieron a cesar. Me sentía frustrada por mi penosa labor detectivesca y me invadía una extraña sensación, mezcla de nervios, excitación y ansiedad por el fracaso. No era capaz de acabar el informe, así que decidí hacer una visita a mi último proveedor de papel. Quizás él estaba oyendo igualmente aquellos gemidos, aunque me extrañaba que estando su despacho casi al lado del mío no me hubiera comentado nada del asunto. Él siempre dejaba su puerta abierta, accediendo a la misma espontánea información auditiva que yo.

Le pregunté si sabía algo acerca de los gemidos, su pícara mirada y su sorpresivo silencio me hicieron pensar que había encontrado por fin al culpable de mi falta de concentración. Dado que parecía no querer hablar del tema, seguimos charlando un buen rato sobre temas variados. Mientras yo le miraba, sentía una rabiosa excitación y un insano deseo de que mi compañero de trabajo me arrancara unos cuantos jadeos y salvajes gemidos, como a la mujer que hacía unos segundos gozaba a su lado. Podía imaginarme la apasionada escena sin mucha dificultad. La escandalosa mujer, tumbada sobre el duro tablero de conglomerado chapado y José, de pie sobre ella, haciendo que gimiera hasta el desmayo. Mi imaginación comenzaba a avivar la llama de mi deseo.

Sorpresivamente, volvieron a aparecer los jadeos que emitía aquella insaciable mujer, pero esta vez, eran tan claros y fuertes, que pensé que José la escondía bajo la mesa.
-¡Pero qué…!
-¿Te gusta Alicia? Es mi nuevo salvapantallas sonoro. Mira, mira, acércate… He conectado los nuevos altavoces colocándolos bajo la mesa y estoy impresionado del sonido. Es que parece real ¿verdad?
Miré a la curvilínea rubia cuyos pechos ocupaban toda la pantalla, estaba estupefacta. Era una mujer abundante en todos los sentidos: inmenso aunque perfecto trasero, pechos siliconados y algo rígidos, labios exageradamente carnosos y un esbelto e impresionante hombre de color portador de un grueso e interminable aparato poseyéndola por detrás.

Miré de nuevo a la rubia jadeante, le miré a él y me di media vuelta, volviéndome a mi despacho. Era una verdadera lástima que mi compañero no fuera el fogoso protagonista que mi mente se había imaginado, toda una decepción.

Por lo menos había conseguido algo: mi dolor de cabeza había desaparecido por completo.

Alice Carroll

miércoles, 13 de mayo de 2009

Una cita nocturna



Ahora que ya estaba en la calle se empezaba a arrepentir de haber dicho que sí. Ella y su perversa curiosidad. Los tacones finos que calzaba marcaban su paso no sin cierto escándalo en el silencio nocturno e intentaba caminar de puntillas para evitar ser el centro de las miradas de los que a esas horas pululaban por allí: pequeños grupos de jóvenes bebiendo a las puertas de los bares, taxis de ronda llevando a los últimos regazados de la noche a sus casas, alguna que otra parejita ocasional metiéndose mano al amparo de la oscuridad. Alicia caminaba entre todos ellos intentando pasar desapercibida, pero el ruido de sus tacones y su indiscreta vestimenta parecían impedirlo. Su minifalda vaquera dejaba asomar la parte baja de sus glúteos y por ende, su pequeño tanga; y su blusa blanca, abotonada lo imprescindible para dejar al aire su ombligo y su escote eran de todo menos decentes. Sus pechos vibraban cual gelatina. Caminaba con brío para atravesar toda la zona de bares por la que no tenía más remedio que pasar.

Intentó recordar los motivos que le habían llevado a salir a la calle a las 3 de la mañana. ¿Su excitación? ¿La necesidad de nuevas aventuras? ¿El morbo de la primera vez? Lo cierto es que chatear aquella noche de aburrimiento con el tal “Kal” había sido sumamente entretenido, le había llevado en poco tiempo a un estado tal de excitación, que, ante la pregunta de si iría esa misma noche a su casa, Alicia casi ni lo dudó y dijo que sí. Ella siempre mentía a la hora de dar sus datos personales en los chats, pero con Kal había sido distinto. Fue sacando uno a uno sus secretos, sus deseos más íntimos y cuando Alicia confesó que vivía en la misma ciudad que él, todo se aceleró. Kal fue entonces cuando sorpresivamente le habló con sinceridad: no estaba solo, su pareja estaba a su lado y querían a una mujer de tercera para esa noche. Alicia se echó hacia atrás en el asiento al leer aquellas palabras en la pantalla de su ordenador y tecleó un “NO” rotundo. Tenía ganas de acostarse con Kal a pesar de que fuera un perfecto desconocido, únicamente le conocía por una borrosa foto de su cuerpo que él le había enviado a su ordenador. Pero acostarse con una mujer no entraba dentro de sus planes… Kal insistió incansable y resultó ser de lo más persuasivo dado que Alicia finalmente aceptó, haciendo que de nuevo, su morbosa curiosidad, ganara la partida.

Pero ahora en la calle todo era distinto. Ya no estaba tan excitada, la suave temperatura de la noche había aliviado el sofoco del calor que desprendía su ordenador y ya no tenía las cosas tan claras. De nuevo metida en líos y en situaciones complicadas, su maldita doble vida le iba a llevar a la locura.
Su paso se hizo más lento al llegar a la calle que le había proporcionado Kal. Era una urbanización nueva, en la que aún se podía ver el cartel de la promotora ofreciendo pisos. Llegó al portal y llamó.
-¿Eres Alicia?
-Sí…soy yo.
-Sube por favor.

Su corazón bombeaba intensamente, podía oír los latidos en sus oídos. Cogió el ascensor y se miró en el espejo. La ropa que llevaba puesta era enormemente sexy y marcaba sensualmente sus formas de mujer.

Kal abrió la puerta descalzo y con unos boxers amarillos como único atuendo. Llevaba una copa en la mano que ofreció a Alicia casi antes de saludar.
-Me gustas Alicia. –Y le plantó en la cara dos sonoros besos.
-Hola Kal.

En esos momentos, a Alicia no le salían las palabras, su timidez se había apoderado de ella y, aunque Kal tenía un cuerpo musculoso y muy cuidado a base de horas de gimnasio, no tenía ganas en ese momento más que de volver a su casa. Pero no lo hizo y siguió obedientemente a Kal hasta el salón. Sentada en el sofá y con un camisón negro, se hallaba la tal Alina, que era la mujer de la que le había hablado en el chat. Kal presentó a ambas mujeres y Alicia se sentó a su lado con la copa agarrada entre las manos para que no se le notara su pequeño temblor nervioso. Alina era una mujer morena, de largo pelo y ojos castaños. Alicia miró su cuerpo de forma disimulada: tenía grandes pechos y quizás algún kilo de más repartido en su cuerpo, sus piernas eran largas y tenía las uñas de los pies coquetamente pintadas de rosa.

Kal puso música y se sentó al lado de Alicia, haciendo caso omiso de la presencia de Alina. Comenzó a acariciarle sus brazos, besó su cuello y bajó la mano hasta sus piernas. Alicia se sentía algo retraída por la situación, pero a pesar de ello, dejó que Kal abriera sus piernas y acariciara la zona interna de sus muslos mientras éste se acercaba para apretarse aún más contra ella. Kal fue besando con constancia todo su cuerpo, dejando un rastro de saliva en cada zona que lamía. Avanzó posiciones recorriendo sus muslos hasta llegar a su sexo. El leve roce de su mano en él avivó el mismo y el pequeño temblor que Alicia tenía en sus manos desapareció. Alicia se dejó hacer por Kal, que parecía que ya tenía prisa por conocer su cuerpo desnudo. Comenzó a acariciarle su torso velludo, no sin antes mirar a Alina de reojo, como señal de petición de consentimiento. Alina le sonrió cómplice. Kal desabrochó su blusa y con sus manos abarcó sus pechos, acercó su boca a ellos, hizo desaparecer su sostén como por arte de magia y devoró cada una de sus montañas. Alicia, tras unos primeros momentos de reparo, se sintió más segura, el sexo mutaba su carácter y hacía que perdiera sus inhibiciones. Ya le empezaba a dar igual que Alina se encontrara a su lado y que se masturbara viendo la escena entre Kal y ella. Alina había subido su camisón hasta la cintura y con ambas manos comenzaba a darse placer. Kal metió una mano por debajo del tanga, Alicia la sintió caliente y abrió más sus puertas, quería que su nuevo inquilino entrara en sus habitaciones sin recelo, ya se había abandonado, ya podía tocar cualquier resorte que lo único que pasaría es que cada vez estaría más fuera de sí. Kal jugueteó con su clítoris, rebuscó entre sus pliegues y zambulló sus dedos en la piscina de deseo en que se había convertido su sexo. La situación comenzó a darle morbo: estaba follando con un desconocido, se sentía mirada por una mujer y ella misma se había convertido en improvisada voyeur. Miraba a Kal sus maniobras, pero no podía dejar de contemplar los rítmicos movimientos de Alina sobre su vulva ya enrojecida por el placer. Los gemidos de Alicia se entremezclaron con los de Alina, que parecía no tener ningún pudor en abrirse de piernas ante una desconocida. Los tirantes de su camisón hacía tiempo que habían perdido su posición y ahora sus pechos asomaban por encima del mismo. Alicia los miró, eran inmensos, mucho más grandes que los suyos. Alina se los sobaba con maestría mientras miraba a Alicia de forma desafiante.

Kal se incorporó, el bulto que tenían sus boxers era ya considerable. Cogió una mano a Alicia, otra a Alina y los tres fueron al dormitorio. Una gran cama con un edredón blanco, un cuadro abstracto encima de ella y dos mesillas de noche con dos lámparas naranjas a juego con la del techo era el único mobiliario que había en ella.

Alicia se desnudó por completo mientras Alina se tumbaba en el lecho, dejando en el suelo el camisón. Kal, de pie, se colocó detrás de Alicia, y ésta notó su miembro desnudo entre sus nalgas. Kal cogió sus pechos y mordisqueó su nuca, empujando su pelvis contra su culo. Alicia gimió sin pudor ante el delicioso ataque de Kal. Con un gesto, le pidió que se tumbara en la cama. Alicia se recostó, miró a Alina de reojo que no paraba de tocarse y volvió a mirar a Kal, que de nuevo tenía sus manos entre las piernas de Alicia. Estaba mojada y tan húmeda, que casi le incomodaba para sentir con intensidad los dedos de Kal. Éste pareció percibir lo que estaba pensando Alicia, se tumbó sobre ella y la penetró lentamente. Alicia se desmoronó de goce en ese momento, cerró los ojos y disfruto de las pequeñas sacudidas que le propinaba Kal. Fue en ese momento, cuando notó que no eran las manos de Kal las que estaban sobre sus pechos, ni la boca de Kal la que los estaba chupando. Abrió los ojos y descubrió que era Alina la que le estaba dando placer. Por un instante se bloqueó, pero Alina conocía bien como hacer gozar a una mujer y mientras Kal seguía penetrándola, Alina comenzó a acariciar todo su cuerpo, cogió uno de sus pechos en sus manos y lo llevó a su boca. Alicia sentía los labios de Alina sobre su pezón, podía percibir el calor de su lengua lamiéndolo. Alina se había desatado y parecía no conformarse con ser una mera espectadora, tenía ansia por conocer el cuerpo de Alicia. Ésta se sentía confusa, no le atraían las mujeres en absoluto, pero se sentía terriblemente excitada viendo actuar a Alina. Un cúmulo de palpitaciones invadió todo su cuerpo y por unos leves instantes, descansó.

Kal salió de Alicia y se tumbó sobre Alina. Jamás había estado tan cerca de una pareja haciendo el amor, pero no se sentía relegada, al contrario, Alina pidió que se acercara y, mientras Kal la follaba, ella se dedicaba a masturbar a Alicia con una pericia fascinante. La mano de Alina rozó la vulva de Alicia, sus dedos largos y finos penetraron su sexo y Alicia volvió a abandonarse al placer sin más, sin importarle de quien vinieran las caricias. Ella misma quiso entrar definitivamente en el dulce juego y comenzó a acariciar y sobar los pechos de Alina, como agradecimiento o como deseo, ya no sabía lo que en esos instantes pasaba por su mente. Le gustó tocar unos pechos ajenos, turgentes y suaves, rozó entre sus dedos los pezones y acarició la gran aureola que los rodeaba. De nuevo, sentía su sexo palpitante con los dedos de aquella mujer a la que no conocía de nada, los movía maravillosamente bien, Alicia movía sus piernas al compás que le marcaba los dedos de su compañera hasta que no pudo más, volviendo a desfallecer con un intenso orgasmo. Kal, cabalgaba sobre Alina y miraba a Alicia hasta que por fin se derramó en Alina, acompañado su orgasmo de unas extrañas convulsiones.

Kal se tumbó en la cama a un lado y el trío descansó en silencio. Tras la batalla, parecía que las palabras no fluían de la boca de ninguno de los guerreros y Alicia se incorporó y se vistió mientras Kal y Alina le daban las gracias por su visita y se hacían los últimos arrumacos.

Kal y Alina al despedirla, le habían dicho que viniera otro día, pero Alicia, a pesar de todo, dudaba, se empezaba a meter en terreno peligroso.

La noche le pareció más cálida que nunca, apenas había gente en la calle y estaba cansada. Llamó a un taxi y se alejó de allí. Miraba las calles pasar veloces en su ventanilla y se preguntaba a sí misma, si algún día volvería a ver a aquella pareja...


Alice Carroll

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